3ra/4 Ley – Tu cuerpo define tus hábitos.

Una de las cosas que siempre tomamos muy a la ligera, es nuestra apariencia, con el famoso: “Así soy yo, el que me quiere me debe de aceptar”. Una película que hemos visto casi todos los de la vieja escuela es: “El diablo viste de moda”, donde con un gran toque de humor nos presenta como la sociedad nos ve, nos evalúan o tratan según lo que aparentamos ser. Les voy a comentar 2 casos:

1. Fui obeso desde los 26 hasta los 30 años, tenía una enorme panza y me solían decir “Gordo” (pero no de cariño) jajaja. Bueno el tema es que siempre que iba a súper, tenía mucha empatía con las personas que trabajan en la caja, y siempre les saludaba muy amablemente, a lo que cuando me tocaba las damas, las mismas saludaban pero nunca sin mirar al rostro. El famoso “hola” pero sin mirarte. A los 30 empecé a entrenar y para los 33 ya era todo un atleta, las muchas horas de gym ya hicieron lo suyo, tenía brazos y pectorales anchos, además de una cintura pequeña, recuerdo que la misma cajera que hacía años no me saludaba y ni se percataba de quien era, o sea jamás alzó la mirada para ver quien le saludaba, de la nada me dice: “Hola” y trata de encaminar una conversación conmigo. Recuerdo que pensé: “Como si soy la misma persona, ahora resulta que se molesta en saludarme”.

Y bueno la sociedad es así, o sea somos así. Nos gusta mirar un cuerpo cuidado y bien vestido. Admiramos a las personas cuya apariencia imponen respeto, por ello la industria de la moda mueve millones de dólares.

2. Un día fuimos muy emocionados a una ONG que tenía fondos para ejecutar proyectos sociales. Viajamos de Carapeguá a Asunción, llegamos y había unas 15 personas en cola que también estaban para lo mismo que nosotros. La secretaria, muy amablemente nos invitó a que nos sentásemos a esperar ser atendidos. Después de unos 40 minutos, llega un señor de unos 50 años, bien vestido, con rico olor y todos los chiches, va directo junto a la dama y le dice que viene a entregar el proyecto, la misma le pregunta si puede esperar y el caballero dice: “No puedo esperar, tengo en tiempo muy justo”, y como si no fuésemos nada, la dama recibe su proyecto para asombro de todos. O sea que el “tiempo” de este fulano era más valioso que el nuestro, a decir verdad, no lo creo, pero fue lo que él proyectó en todos nosotros, porque en verdad nos sentimos un poco invadidos con su elegancia.

Bien, ¿cuánto tiempo le toma a un desconocido evaluar tus hábitos de los últimos años? 3 segundos, solo con mirarte de pies a cabeza (créeme que todos lo hacemos) puede saber de tus gustos, tu pereza, tus prioridades, tu disciplina, o sea que va a leer lo que vos estas demostrando con hechos. Todos tenemos amigos/as que siempre empiezan la dieta, pero nunca bajan nada. Siempre hablan y hablan de dietas, entrenamientos, etc., tienen toda la intención de llevar esa vida, pero nunca pueden sostenerlo.

Hace tiempo que vengo observando a las personas de mi edad (treinta y diez) y la verdad que no se si abrazarles o pedirles la bendición (jajaja) exagerando, pero aparentan de 50 años, se dejaron estar y la vida te pasa como una aplanadora encima. Como una vez me dijo una amiga: “No se trata de que una persona sea linda o fea, sino lo que vemos es el reflejo del amor propio que esa persona proyecta en su cuerpo”. Una dieta nunca va a funcionar si no entiendes que es un estilo de vida, que la cerveza y la mandioca nunca te van a dar un cuerpo esbelto. Y para peor, siempre vas a juntarte con personas que tienen tus mismos hábitos.

Es tan lindo ver el amor propio de una persona, que se cuida, que se viste bien, que es educado/a, que respeta tu tiempo, que tiene muchas metas por cumplir y no excusas ni culpables de su fracaso. Proyecta tu próxima entrevista de trabajo o como en mi caso la próxima visita de tu cliente, ¿Qué imagen querés que vea? ¿Qué impresión querés causar? Los 3 segundos que va a mirarte de pies a cabeza, qué conclusión va a tener sobre vos.

Muchos van a decir que lo de adentro es lo que importa, y si, en cierta forma es así. Pero acordate que cuando vamos al súper compramos las cosas por su apariencia primero y luego la probamos en nuestras casas. Hoy día voy totalmente en contra de este principio, porque me visto literalmente con harapos, pero lo hago porque el calor en el taller es insoportable y no puedo tener aire acondicionado. Pero siempre llevo un estilo de vida culinario, que hace que solo suba máximo 3 kilos y luego los baje de nuevo. Pero igual con mis harapos y olor a hierro desvío algunas miradas femeninas, (espero que sea por churro y no por mi pinta de Judas Kai jajaja), pero cuando toca estar churrito, más elegante que el muñeco de torta estoy.

Tu cuerpo define tus hábitos, es lo mismo que tus hábitos definen el cuerpo que tienes. Te invito a que compres un espejo de cuerpo entero, y cada mañana antes de ducharte te mires por 30 segundos en pelota, sí, en tu traje de Adán o Eva, dependiendo el caso. Ese espejo te va a decir la verdad sin vueltas, te mostrará lo que tu amante ve cuando recorre tu piel, y para peor si siempre tienes intenciones de apagar la luz es un mal indicador.

Mira ese espejo tantas veces, hasta que estés feliz de poder hacer el amor con la luz prendida o vayas al telo y mires al espejo y te sientas atractivo/a. El día que llegues a eso, vas a ver como el amor propio te va a inundar tu ser y como tu actitud con la vida va a cambiar. Porque vas a amar a quien ves en el espejo cada mañana y no vas a buscar a quien culpar de tus malos hábitos.

La verdad muchas veces es tan simple pero tan dolorosa, que preferimos no enfrentarla. En 10 años, voy a cumplir 50, y me pregunto ¿Qué tipo de cuerpo voy a tener? ¿Cuáles serán mis hábitos? ¿Qué es lo que voy a reflejar en ese tiempo? Bueno, tengo 10 años para ocuparme de ello, estas fueron las preguntas que me hice cuando tenía 30, y hoy 10 años después, estoy conforme con mis resultados.

Tus hábitos te van a dar el cuerpo que tienes, cambia tus hábitos y tu cuerpo cambiará. No existe mayor poder que el de una persona que se ame y se sienta orgullosa de sí misma, no es soberbia, sino amor propio proyectado en el cuerpo que llevamos. Esta persona no aceptará menos de lo que se merece, porque no está para migajas, sino está para la torta entera. Porque cuando tu amor propio está a flor de piel, disfrutas tanto tu tiempo a solas, que no aceptas lo que “hay nomas” contar de llenar un vacío, porque ese vacío es la falta de amor propio que nunca podrá llenarse con algo externo.

Tu cuerpo define tus hábitos, cambia tus hábitos y tu cuerpo será el reflejo de ello.

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