Lamerse las heridas.

Es muy interesante como la vida va forjando tu carácter, como las situaciones que atravesaste durante tu estadía en la tierra te va forjando como persona. Recuerdo bien cuando tenía mis veintitantos pirulos, todo era nuevo, el entusiasmo había en exceso para cualquier actividad. La esperanza de un futuro brillante, era el combustible principal para atravesar cualquier crisis que se presentaba.

Hoy, ya con canas y escaso cabello, he llegado a la siguiente juventud jajaja para no decir que me voy poniendo viejo, si bien estoy sano, con mucha energía para muchas cosas, el problema es que todos hemos atravesados un mundo de problemas en nuestra vida, lo cual ha dejado cicatrices en nuestra piel, algunas muy profundas, otras superficiales y otra que ni siquiera la sentimos.

El tema es que hay tantas cosas que pasamos, que experimentamos que ya sabemos el resultado antes de iniciarlo, que muchas veces (para no decir todas) priorizamos nuestra estabilidad personal y emocional antes que cualquier cosa. Creo que ese perfil de Príncipe Azul o la Dama Durmiente se va desvaneciendo. Ya para cuando tu príncipe llega a tu vida, su hermoso cabello amarillo oro, tal vez este sucio, la capa estaría ya rota y también el caballo blanco ya se quedó por el camino; la igual que la Dama Durmiente, seguramente se despertó sola y salió adelante como pudo.

La vida es tan injusta, el camino es tan largo y lleno de penurias, que siempre me pregunto cómo ese niño tan tierno y curioso llegó a convertirse en el hombre que soy hoy en día. Que cosas fui perdiendo por el camino y que talentos me lo gané a medida de avanzaba. Hoy día, tanto se valora o más bien se ve como algo súper bueno una persona sin sentimientos, una persona fría, todos avanzan como pueden y la confianza ya es cosa del pasado, se normaliza tanto situaciones que hace 30 años se consideraba como pecado mortal.

Lo interesante de estar a mitad de la vida, es que realmente ya sabes las cosas que queres y las que no, ya tenes claro lo que vas a tolerar y lo que no. Por ejemplo me encantan las historias de éxito, me apasiona escuchar cómo se puso pecho a la vida y se salió como se pudo. En lo personal admiro en demasía a las personas que salieron adelante, ya lo material no me importa, sino lo que fue ganando y perdiendo.

Lamerse las heridas, es un signo de admiración y respeto a la otra persona, es entender las batallas que atravesó, no juzgarle, no criticarle, sino simplemente acariciar la cicatriz porque ésta la transformó en la persona que es actualmente. Ya no podes hacer las cosas por hacer nada más, hay algo hacen que tiene mucho honor, es cuando dos guerreros admiran mutuamente las cicatrices que curten su piel, respetando el pasado pero construyendo el futuro.

“Soy el resultado de lo que me tocó vivir” le leí en algún lado; y estar en el banquillo de los acusados solamente para que te juzguen en verdad ya no me importa. Solo aquella persona que ha atravesado la vida luchando por sus sueños, podrá entender y aceptar las consecuencias de enfrentar al mundo como se pudo, y nunca saldremos ilesos cuando peleamos por algo, y por ende solo queda sentir el dulce sabor de lamer las amargas heridas.

Lamerse las heridas…

2 comentarios en “Lamerse las heridas.”

  1. Fernando Aveiro Acosta

    Mas que interesante .Pedro Felicito todo tus logros inspiran y motivan..Tengo tres hijos .
    DOS SON DISCAPASITADOS ..y creas o no escucharte y verte me motiva muchisimo

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