No se trata del último fracaso sino del próximo intento.

Muchas veces, las teorías son tan románticas, son tan simples que asustan. Recuerdo cuando estaba viendo una hermosa película de Robín Hood, interpretado por Russell Crowe, donde había un monumento que en el cual, una de las rocas decía: “Levántate una y otra vez hasta que los corderos se conviertan en leones”, en pocas palabras menos elegantes, “No te rindas”.

También les recomiendo muchísimo que vean la serie “El úlltimo baile” de Michael Jordan, donde va narrando como se desarrolló toda su carrera, explica como fue el paso de un jugador normal, a no solo llegar a ser una estrella mundial, sino dejar un legado que ya pasaron como 30 años y nadie pudo alcanzarlo. Él comenta como su pasión y obsesión por el básquet, hizo que solo se enfoque un partido a la vez, y a todos iba a ganarlos.

Y como no citar también a nuestro muy querido arquero, el mejor del mundo, si Chilavert. Les aclaro que a mí no me atrae en nada el futbol. Todos sabemos de nuestra triste historia con la selección, para que te vas a molestar en verla si sabes que vamos a perder. Pero no fue así en ese año, 1998; cuando nos tocó ver ese partido de octavos de final, llegamos a donde nunca hemos llegado. Todos estábamos soberbios porque sabíamos que contábamos con el N°1. Ese día, todos nos despertamos con la idea “Realmente podemos ganar”, y la batalla fue titánica, Francia nos ganó apenas, para después convertirse en Campeón del Mundo. (chembo resaypá al recordar ese día).

Bien, es muy emocionante ver los resultados de nuestros ídolos, pero y los nuestros?? Que tal estamos con el día a día? Solo con el eterno ciclo de fracaso e intento llegamos al “home run” del éxito. Y claro que cada fracaso te conduce a una frustración, ganas de llorar, de dejar todo, (principalmente cuando ya fracasaste demasiadas veces), pero después de hacer tu lloriqueo, analizas tus errores, lo vuelves a intentar una y otra vez hasta que lo logres o vayas por algo más ambicioso.

Recuerdo a un amigo, que estaba detrás de un proyecto ambicioso a los 19 años, (no puedo dar detalles), pero él ya iba por el 5to año de fracasar, viene a mi mente mis palabras “por qué no asume que no le da su capacidad y busca algo más fácil”, pero ese año lo logró. Y hoy 20 años después sigue cosechando su esfuerzo. Y no, no se rindió hasta que lo logró.

La obsesión no siempre es mala, si sabemos dirigirla. Estadísticamente el 90% de los emprendimientos quiebran en el 3er año, y de esos 10% que no lo lograron, creo que casi el 80% mueren antes del 5to año. O sea que, de cada 100 ideas de negocios ejecutadas, solo llegan al 6to año 2, y 98 se quedan por el camino. Claro que motivándonos vamos a decir “Yo voy a ser ese 2%”, pero que haces cuando toca trabajar un domingo de tarde, o un viernes santo, o cuando todo el mundo va a ver el clásico, y vos estas encerrado trabajando por tu sueño, con un 98% de probabilidades en tu contra.

Por eso es que la mayoría prefiere no hacer nada, total “Son sueños”, la vida real es dura. Pero que es la “vida real”, es solo un presente que te condujeron las decisiones que tomaste en el pasado. Y si quieres un futuro diferente a tu hoy, entonces cambia tu presente. El otro día, estaba en el súper y me ofrecieron un cartón de SENETE, y como no creo mucho en la suerte no compré, pero hace unos días escuché por la radio que están buscando el cartón numero X, para entregarle un premio de 2.000.000.000 Gs., (si no me equivoco el monto), y dije: “Kore, ese era mi cartón” jajaja, y me maté de la risa, como si estadísticamente se puede respaldar sacar la lotería, bueno esa persona sí podemos decir que amaneció con suerte ese día. Pero el resto, los que no tenemos casi nunca suerte, solo conocemos la frase del gran maestro “Con el sudor de tu frente”, si quieres más, y bueno chamigo, suda más!

Nunca vas a llegar al éxito, si no puedes enfrentar un fracaso, la proporción es esta (según el gran filósofo Petrus Mirus… o sea yo jajaja), “Por un kilo de éxito hay una tonelada de fracaso”. O sea que tienes que tragarte 999 fracasos, para llegar a ese diamante. Y saben que es lo peor, es que el éxito es utópico, nunca se llega, solo existen pequeños momentos, porque cuando se te pasa la adrenalina de haber llegado decís: “Bueno, y ahora qué más puedo hacer” y la suma de esas acciones por años y décadas es la que finalmente te va a dar un camino de muchas cosechas.

La gente cree que tengo la vida resuelta, y no; no la tengo. La semana pasada me vino ANDE “Desconexión” jajaja. Bueno por suerte cubrí casi todo, el otro mes va a venir doble nomas jajaja, kore como no da gusto que se te sumen las cuentas. Pero es así. Hace 3 años, soñaba con poder tener una amoladora nueva, el año pasado quemamos como 7 amoladoras nuevas por exceso de uso, hoy tengo más que suficiente para poder trabajar tranquilo. Pero en mente hoy día, tengo una como proyecto comprar una herramienta que nos va a dar el gran salto; hoy nuestros productos son muy hermosos, pero como equipo podemos avanzar y hacerlos mucho más lindos.

No se trata del último fracaso sino del próximo intento, nos dice que el fracaso es parte del éxito, que te dice que ese no es el camino, que debes buscar otro, deberás decidir si vas a buscar la diversidad o la especialización. A veces pensamos que debemos de tener la idea del millón de dólares, como en su momento lo fue Whastapp o Spotify; pero como me dijo una vez un exitoso emprendedor “No se trata de que tu idea de negocio sea única, sino del esfuerzo que le pones para que tú idea llegue a convertirse en realidad”. Porque no podés pasarte cambiando y cambiando de objetivos. O sea tu objetivo no puede ser “Voy a ser exitoso”, el éxito es el resultado de muchas frustraciones buscando que tu proyecto sea una realidad.

En mi vida ya he leído tantos libros de motivación, superación personal, etc., pero no existe mayor motivación que mirar a tu pasado, y viendo que siempre tuviste la opción de rendirte, pero decidiste luchar, y en cada fracaso, solo te levantaste para volver a luchar para luego volver a caer y levantarte de nuevo, repitiendo este ciclo por años, hasta que finalmente lo lograste. Los libros o videos solo te van a mostrar el camino, pero sos vos el que debes andarlo un paso a la vez, sin correr, no hay atajos, solo hay que mirar el siguiente paso que vamos a dar.

Debemos enfocarnos solo en el próximo intento, el resto es historia. Todos somos locos mientras lo intentamos, pero cuando lo logras la gente te llama exitoso. Qué paradoja no, de loco a exitoso, o mejor dicho “Exitosamente Loco”. Si miramos mi historia, dejé las aulas y un empleo en una excelente empresa, para fabricar cuchillos debajo de un techito, pero los logros que tuve en la cuchillería, jamás lo iba a tener en la docencia, por más que siempre le puse muchísimas garras.

No se trata del último esfuerzo sino del próximo intento…

¿Cuál va a ser tu próximo paso?

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