Por qué debemos leer.

Una de las cosas que recuerdo muy bien de mi abuelo, era que cuando niños (1910), en Europa al igual que aquí, los niños tenían prohibido estar en conversaciones de adultos, por ello, tenían la necesidad de saber las cosas, se pasaban leyendo revistas, libros, todo lo que estuviera al alcance para que en algún momento cuando la oportunidad se dé, ellos puedan tener comentarios interesantes sobre todos los temas; se valoraba mucho la persona que tenía conocimiento.

Bueno, mis padres, la generación que nació en los 60´, no estaban lejos de esta realidad; pero sí los que nacimos en los 80´, ya nos alejamos de esa costumbre, extraña coincidencia donde justamente la televisión empezaba a masificarse. Durante mi adolescencia, recuerdo que el primer libro lo tomé fue a los 14 años, “Papillón” que libro!! Lleno de aventuras y basado en una historia real, tanto fue mi entusiasmo que, buscando la misma sensación, seguí leyendo libro tras libro. Ya a los 17 me encontraban las madrugadas hundido en largas horas dedicada a la lectura, tenía mi lamparita, cada noche sí o sí, leía hasta las 12:00 y los fines de semana, leía hasta que ya no podía más tipo las 3 o las 4 de la madrugada.

Y efectivamente, siempre tenía un tema de conversación. Había muchas cosas que aprender y me di cuenta por sobre todo que mi cerebro estaba vacío. Ya durante la universidad, me tocó de compañera de clases una de las pocas mentes brillantes de esta época, 5 absoluto desde el pre-escolar por ahí. Recuerdo que un día en clases debíamos trabajar sobre el capítulo de un libro. Sin ser exagerado, en menos de 30 segundos leía toda una página, cuando todos estábamos a mitad, ella ya había terminado, y no solo leía rápido, sino que entendía todo de una.

He realizado algunos cursos de programación mental o auto hipnosis, (al igual que muchas personas de éxito) ellos recomiendan usar la imaginación para poder proyectar escenarios, traigo a colación la de uno de mis ídolos Arnold Schwarzenegger, quien siempre dijo que se veía en la cima, disfrutando del éxito, pero su realidad estaba demasiado lejos de eso, vivía en Austria, él se veía siendo exitoso en EEUU. Muchos van a decir destino o premonición, a mí me gusta la idea de que él construyó esa realidad desde su imaginación.

Porqué les digo esto, porque cuando leemos un texto, a medida que avanzamos la imaginación se desarrolla, llegando a un punto donde ya ni te das cuenta de que estás leyendo, sino que ya ves la película en tu mente. Según la neurociencia, en el momento que aprendemos algo nuevo, se desarrollan nuevas conexiones neuronales en nuestro cerebro, o sea que, muy mal hablando, cuantas más cosas aprendiste en tu vida, mayor cantidad de cables vas a tener en tu cerebro, a disposición de cuando quieras resolver un problema.

Utilizando las palabras del gran maestro: “Dime con quién andas…”, me gusta más: “Dime cuantos libros leíste, y te diré quién eres”, ya que al final somos el resultado de cómo aplicamos el conocimiento adquirido; que mejor manera de prepararte para la vida, que absorbiendo el conocimiento o experiencias de otras personas mediante la lectura de un texto.

Hoy en día, mediante los estados o historias, muchos presumen su bebida o su comida, que al final el único ñembo esfuerzo que hacen es comprar, pero que tal si presumimos lo que aprendimos? He leído varios comentarios de personas que dicen que escribo demasiado largo, que debo de resumir más (por eso no publico post en el Instagram, porque limitan demasiado), y siempre respondo, una buena historia no se puede resumir, cuando los detalles son importantes; total yo no escribo para todo el mundo, sino para aquella persona que invierte su tiempo (para no decir que lo gasta), leyendo mis textos, cuyo único fin es compartir mi punto de vista desde lo que me tocó vivir.

¿Por qué debemos leer?, porque eso nos hace entender la ignorancia en la cual estamos hundidos y debemos buscar siempre el límite de nuestra mente… ¿Qué? Siii, buscar hasta donde podemos llegar. Recuerdo que, a mitad de carrera allá por el 2005 más o menos, los parciales y los exámenes finales se unían, o sea que eran como casi 3 meses de estudiar sin parar. Y como no podíamos hacer otra cosa que estudiar hasta el cansancio, leer otros materiales ya era muy agotador o no había tiempo. Bien, el tema es que decidí estudiar mis materias y antes de dormir, o bien temprano eso de las 4, dedicarle una hora a leer libros que eran de mi interés. O sea que, todo el día estudiaba y para descansar leía otros libros.

Ya casi faltando creo que 2 materias para rendir todo en las finales, colapsé; ya no pude seguir más, era demasiadas horas concentrado en aprender; y literalmente no podía ni sostener una conversación, no podía ni siquiera pensar. Y adivinen, sí, a televisión me ayudó a no pensar en nada. Necesitaba desacelerar mi mente, pasabas horas sentado frente a la tele, tratando de no pensar en nada. Dejé mis exámenes para el 2do llamado, y creo que fueron como 15 días que no estudié ni leí nada, solo veía televisión. Creo que al 4to día de iniciar mi teleterapia jajaja, ya podía de nuevo entablar una conversación. Y sí, ese fue mi límite.

Hoy en día sigo leyendo, pero más me encanta escribir, lo hago muy regularmente, en algún momento de mi juventud, me inspiraba mucho la idea de si podía llegar a escribir un libro, bueno hoy ya tengo 4 borradores de los cuales estamos tratando de publicar el 1ro. Las palabras me fluyen de una, y escribo casi sin mirar el teclado y a la velocidad de mis pensamientos. Sin haber terminado mi curso de dactilografía que lo hice cuando tenía 15 años por ahí.

La mente es nuestro mayor bien que tenemos, es lo que nos puede realmente sacar de la realidad que estamos, es la que nos puede ayudar a construir nuestro imperio. Pero como toda herramienta debemos cuidarla, hay que hacer deporte regularmente para que se oxigene, debemos de limitar la ingesta de carbohidratos y aumentar el porcentaje de proteínas, ya que la misma sirve como insumo directo para generar dopamina en el cerebro, dormir bien; y por sobre todo, aprender siempre algo nuevo.

¿Por qué debemos leer? Porque si deseamos ser exitosos, necesitamos una mente brillante, y una mente brillante no se desarrolla solo mirando las redes sociales, al igual que la planta, se cuida, se alimenta para que finalmente nos de los frutos que queremos.

Debemos de leer, ¿Por qué no?

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