Quien no pelea por tu amor, no te merece.

Siempre que hablamos de pareja o relaciones, siempre al final nos encontramos con un versus que es la época de cuentos de hadas y la realidad de convivir con otra persona. Todas las relaciones son un eterno vaivén altos y bajos emocionales, pero justamente de eso se trata compartir tu vida, de encontrar alguien que, a pesar de las tormentas, este a tu lado acompañándote.

Pero hay demasiados matices, demasiadas variantes, en casi todas las relaciones no siempre es un 50/50, normalmente siempre hay uno que da y la otra que recibe. Empezando luego desde el periodo de conquista, quien es el/la que da todo para que la relación empiece, quien siempre da el primer, el segundo y el tercer paso. Siempre debemos de aprender a observar de mano a ver cómo se va tornando esta relación, un día invito yo, después espero que la otra parte invite y así, gradualmente vamos poniendo ladrillo sobre ladrillo para que la casita se vaya formando.

 Pero sabemos que eso no siempre es así, que normalmente una parte es la que anda detrás de la otra, y funciona mientras solo esa parte sea la que la rema con todo. Pero qué pasa con el tiempo, que pasa cuando un día miras y solo ves que siempre lo diste todo, y la otra solo puso nada, es ahí cuando nacen los reclamos, cuando quieres también sentirte mimado/a, mezquinado. Pero tristemente déjame decirte que eso no pasará. Lo uno que va a suceder es que va a hacer lo que siempre hizo, que es esperar que des todo a cambio de nada mas ofrecerte su tiempo, que al final tampoco es gratis porque terminas pagando todo, y no es plata, sino invertís el doble para que las cosas sucedan.

¿Y qué hacemos? Y nada, si ya te atallarinaste (estas súper enredado/a con la otra parte), te va a tocar salir de ese embrollo. La ilusión de pensar que esa persona era la indicada, además de la ceguera que te ocasiona el amor, va a ser que hayas llegado muy al fondo, y tendrás que volver a componerte de nuevo. Va a ser difícil, te va a parecer un infierno… pero todo pasa, no hay mal que dure para siempre.

La única ventaja de este tipo de sufrimiento, es que va a ser muy difícil que vuelvas a caer en la próxima. Serás más prudente, hasta encontrar a la persona que en verdad pelee por tu amor, esa persona que pensará que tuvo tanta suerte de conocerte. Porque al fin y al postre, buscamos otra alma, para poder sentirnos mimados y queridos, no para ser juzgados y cuestionados eternamente.

Tenemos una sola vida, y la oportunidad del eterno presente de poder ir tomando decisiones que son para bien o para mal. La persona que te ama en verdad, nunca va a dejar oportunidad para perderte, nunca te va a descuidar, y por sobre todo nunca te va a abandonar, porque nadie tira un kilo de oro a la calle. Pero si no es así, bueno tristemente te comento que no es la persona indicada. Como diría un viejo dicho: “Perlas a los chanchos”, haciendo enfoque que los cerdos solo ven el fango y no las perlas.

Y termino con este hermoso dicho, que desconozco la autoría:

“Para los ojos correctos, serás la persona perfecta”

Dejemos de insistir donde no nos valoran, y el/la que no pelea por tu amor… en verdad no te merece.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *