Durante gran parte de mi vida, o más bien me atrevo a opinar la de todos, hemos crecido con la idea de que existe un plan, que todos tenemos una misión en la vida, que todos estamos para cosas grandes, que Dios tiene algo mejor para vos…
Pero realmente me cuesta mucho aceptar esta idea mágica que las cosas van a mejorar en algún momento, porque a decir verdad, no siempre mejoran. La ventaja de llevar canas, es que la vida te ha demostrado que no siempre existen los finales felices, que muchas veces, a personas buenas le suceden cosas muy malas. Como ya lo dijo Roky Blaboa: “El mundo es un lugar cruel”.
Cuando atravesamos por un problema, muchas veces nos consolamos en que las cosas suceden “Por algo”, “Lo mejor está por venir” y si en verdad algo me enseño la vida, es que las cosas siempre van a pasar, los cambios siempre van a estar, como me dijo mi jefe: “Ya depende de vos enfocarte en las oportunidades que generan los cambios, y no en los problemas que los causaron”.
Entonces qué hacemos?? Bueno, no me gusta la idea de que ya todo está escrito, y que tengo una misión en la vida. Creo que realmente la única misión que todos tenemos en la vida es… vivirla!!! Sí, vivirla!! No dejar que las cosas externas nos afecten en demasía. Es interesante como de niños soñamos con grandes cosas, pero a medida que nos adentramos en la vida, solo buscamos grandes tesoros como el cariño, la paz y la tranquilidad.
Ayer me decía una amiga: “Es que el mundo esta tan podrido, y el conformismo está a flor de pial, que es difícil y admirable encontrar a alguien que se sacuda y ponga pecho al mundo”, cuando se supone que todos deberíamos estar peleando por ser feliz en la vida.
Creo realmente que el único Plan de Dios es que seamos felices, pero nosotros nos encargamos de complicarlos con los vagos placeres de la vida, acumular bienes, status social, objetivos tangibles, etc. Si Dios es amor, entonces lo encontraremos ayudando al prójimo, en la sonrisa de un niño, en la compañía de un amigo.
Si los faraones construyeron enormes estructuras hasta casi inmortales, que tampoco lo llevaron, porque yo Juan de los Palotes, voy a pretender hacer lo mismo. Tenemos una sola vida, una sola oportunidad de vivirla, y el eterno presente es lo que determinará si eres feliz viviendo tu día a día.
El Plan de Dios existe, no lo sé, ni tampoco me quita el sueño, hoy tengo un plan, y mi plan es ser feliz con lo que me toca vivir, sin dejar nunca de pelear por las cosas que quiero.
Somos el resultado de las decisiones que tomamos cada día.